Virus virtual


Nos impusieron un lenguaje mediático, escribieron un libreto Chino y nos pusieron a repetir la frase que reina en la sociedad del televisor: “Tiempos de incertidumbre y emergencia sanitaria por la pandemia actual”. Y de ese modo nos obligaron a ser los extras de un capitulo de serie dramática de Netflix, y/o los repartidores noticiosos sin paga.
Por suerte mi mente funciona como la de un director y guionista, y no sirvo para ser actor de reparto, ni figurante ni extra; y me di a la tarea filantrópica de dar respuesta al origen y al sentido de este brote, pues me sentí inmerso en una realidad post apocalíptica, donde la información, los datos, las cifras y las estadísticas que viajan rápidamente por el mundo de manera virtual, son principales propagadores del virus. 
Uno de tantos días me levanté de la cama con una desconfianza nueva, esta vez miré con recelo los bombillitos led del modem, ¡Claro!, las redes Wifi, la fibra óptica, la radiación electromagnética que se propaga en el vacío, las ondas de radio y televisión, los datos y la señal de telefonía móvil, son el medio por el cual se extiende el virus, que viaja virtualmente afectando el mundo moderno.  

Y bueno, es así como puedo asegurar que este nuevo virus es artificial, su contagio sucede de manera virtual,  se cuela por toda señal, red o campo electromagnético y llega al cuerpo humano más débil. Los mas jóvenes, los niños, los recién nacidos poseen cierta inmunidad ya que son una generación humana que creció expuesta e inmersa en generaciones tecnológicas de telefonía móvil 2G, 3G, 4G y toda la toxicidad del 5G actual; aquellas ondas y señales invisibles sellaron nuestros cuerpos como los de un robot, que contiene molecular y celularmente un blindaje a la exposición diaria de las emisiones de aparatos tecnológicos, torres eléctricas, módems, routers, teléfonos móviles, tabletas, televisores, microondas, antenas, satélites artificiales. 

Por el contrario, los más viejos, las generaciones de hombres y mujeres longevos, son vulnerables a este virus virtual, pues sus pulmones, en décadas pasadas, durante su formación celular y su desarrollo corporal estuvieron tan solo expuestos a pequeñas pulsiones de onda en redes de telefonía fija, algo de televisión y señal radiofónica. A ellos, este campo inundando de información que se irradia estrepitosa, los penetra y enferma crudamente, mientras toda una masa sobrepoblada de humano sigue conectada diariamente a la internet, siendo focos de contagio desde casa. 

Después de cada delirio viene una nueva idea creativa, no en tanto me decidí a crear piezas musicales con sonidos que recrearan el espectro y el campo por donde el Virus Virtual se expande por todas las naciones.

Hacer una música entre lo digital y lo análogo fue mi respuesta a esta dictadura de la asepsia y la profilaxis. Desde el confinamiento evité arrojarme a las redes sociales con largos comentarios sobre posiciones conspirativas, y preferí mas bien cantar la verdad en una canción que reza mas o menos así: …“Sobre-información, datos y cifras, estadísticas que arrojan como basura cósmica por medios rápidos, propagando el virus de manera sintética. Redes Wifi, fibra óptica, radiación electromagnética que se propaga en el vacío, ondas de radio y televisión, señal de telefonía interferidas por el virus virtual.  que se cuela por toda ciudad, campo o espectro infectando cuerpos expuestos”…
Posdata: Pronto lanzaré al big data, al océano profundo de la internet esta música. Siempre y cuando no revienten nuestras células por causa de la exposición al calorcito de nuestras pantallas.


Por: Juan José Delgado García

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